Los propietarios plantean una casa con una diferenciación entre programa principal, donde puedan desarrollar su actividad con fluidez y continuidad y, secundario, destinado a familiares e invitados.
La primera actuación es sobre la naturaleza. Un elemento de transición entre el terreno y la caja que contiene el programa principal. Esta pieza pétrea se incrusta en el terreno adaptándose a la topografía existente, absorbiendo, geometrizando su irregularidad y creando un plano de apoyo para la pieza superior.
La segunda actuación consiste en una caja cuadrada, abstracta, con un orden propio frente al territorio sobre el que se asienta. Esta caja se horada con vacíos que generan y articulan el espacio, elevándose sobre el basamento para conseguir prolongar el horizonte que se abre a Sur. Al espacio generado se introduce tres cajas transparentes, dando sentido funcional a cada sala por el tipo de mobiliario y uso. El espacio continuo y fluido entre las diferentes cajas y su continuidad con el territorio y la naturaleza artificial en los vacíos-patios genera visiones diagonales, transparencias, visiones panorámicas y recorridos visuales entre el exterior y el interior.
Cada pieza como captador y canalizador de los flujos producidos en el terreno, como medio para recorrer la naturaleza.
