El programa dado por los propietarios plantea una casa donde desarrollen su actividad con fluidez y continuidad. No existen elementos compartimentadores estancos, el uso, es el que cualifica cada una de las áreas.
El proyecto es un ejercicio entorno al pliegue de un plano y la generación de espacio.
Un plano horizontal, blanco, se adapta al desnivel del terreno, apoyándose suavemente y envolviendo el programa. Este plano, se pliega y despliega generando transiciones y relaciones.
Un segundo plano vertical, negro, articula los espacios generados por el primer plano plegado.
Una serie de cajas albergan el programa donde el espacio se ordena con elementos singulares que permiten la continuidad y fluidez espacial.
El espacio continúo y fluido entre las diferentes cajas y su continuidad con el territorio y la naturaleza artificial en los espacios de transición genera una serie de visiones diagonales, transparencias, visiones panorámicas y recorridos visuales entre el exterior y el interior.
El plano como captador y canalizador de los flujos producidos en el terreno tratado, como medio para recorrer la naturaleza. El estudio de la ambigüedad entre interior y exterior, entre público y privado, entre naturaleza y abstracción, junto con la operación conceptual y plástica definen este ejercicio.
